Acabo de terminar el libro de Vargas Llosa Travesuras de la niña mala que en nuestro casi siempre mal hablado español podría traducirse como Cabronadas de la mala puta. No, no se asusten, si es un libro bellísimo y muy duro también, publicado por el autor en 2006, de forma autobiográfica de ficción, y donde recorre de nuevo aquellos lugares en donde vivió y que marcaron su vida porque tuvo la fortuna de participar en ellos de acontecimientos que hicieron historia: su Perú natal, siempre presente a lo largo de la novela, siempre esperando ver su recuperación, su gloria; París, la capital cultural de los sesenta y adonde llegaban miles de inmigrantes, la mayoría entonces latinoamericanos en sus rutas hacia los países revolucionados como Cuba; Londres, en los setenta, donde el hippismo entraba en su efervescecia hacía temblar haciendo olvidar la flema inglesa; Tokio y su lado más sexual, en un concepto que nos traslada al Imperio de los Sentidos y, finalmente, Madrid, en plena transición, en el barrio donde renace Babilonia, donde intenta convivir el chotis con la salsa bailada por eslavos.
Pero ante todo, Vargas llosa nos habla del amor, porque el hilo conductor es una historia de amor que dura cuarenta años. Habla del amor en su lado más puro, más salvaje. Porque el amor no es hermoso ni sosegado. Eso es sólo cuando se toma un respiro. El amor te posee y se convierte en pasión, en arrebato. El amor te eleva y luego te deja caer. No hay nada más dulce y más amargo que el amor. No se deja atrapar por la costumbre, se rebela. Cuando menos te lo esperas te amenaza, te abandona, te trae a su primo el odio y luego se ríe de tí.
Nadie puede resistirse al amor y él lo sabe, por eso juega contigo, siempre pleno y siempre por satisfacer, una búsqueda constante de sí mismo y del otro.
Nada más vivo que el amor puede dejarte malherido de un plumazo.
Siyo fuera redactora jefe de una revista me gustaría recibir tus comentarios sobre las emociones, elamor,es tu fuerte.
ResponderEliminarAranya
Gracias araya, tú siempre valoras mi trabajo.
ResponderEliminarFelicidades por tu magnífico comentario, Pilar. Has despertado en mí unas ganas inmensas de leer este libro. Lo compraré. Un beso.
ResponderEliminarMaitechu
Gracias Maitechu, espere que te guste tanto como a mí.
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