Hace tiempo que aquí huele a muerto y yo no he sido. Entre todos lo han matado y él solito se murió. En fin, tras estas frases hechas y tan usadas se intenta introducir un requiem por la muerte del PSOE. Era yo una chiquilla cuando Felipe Gonzalez ilusionaba al personal en sus mítines con sus camisas de cuadros y la fuerza de sus convicciones. Durante algún tiempo tuve su póster en mi cabecera en lugar de la del cantante de moda, y la rosa y el puño adornaban mis carpetas adolescentes. ¡Cuántos tiempo!
Ahora acudo a su agonía, de la cual no sé si se salvará. Las esperanzas son pocas. A mi entender el propio González empezó a agrietar el partido al final de la segunda legislatura como presidente y cómo no en la tercera. Después todo ha ido a peor.
Las izquierdas es lo que tienen, que no hay unidad. Todos quieren tener la razón y en lugar de intentar llegar a acuerdos, ya no sólo entre diferentes partidos de ideología obrera, sino dentro del propio partido, se pierden en discusiones vanas que acaban con su credibilidad y con la confianza que se podría depositar en ellas.
Estos grupos lo llaman democracia, libertad de criterio. Yo lo llamo hacer el tonto. Si algo de bueno tienen los partidos de derechas es que van todos a una como una piña. Las voluntades individuales se revierten en favor de la mayoría (eso también es democracia) e incluso se sacrifican objetivos o pensamientos personales en pos del grupo que se representa.
Cuando se pertenece a un grupo, a una sociedad, a un país, todos tenemos que hacer sacrificios para salir adelante, o debiéramos; todos debemos colaborar por el bien común. En España no se sabe hacer país. No se pueden hacer pactos para salir entre todos porque no quiero que me relacionen con fulano o sotano y me tachen de...
En el PSOE el propio Gonzalez descalificó a Zapatero como candidato. Aunque tuviera razón o no, nunca debió de decirlo públicamente. Y ahora parece que se dedica a decir barbaridades por aquí y por allá, un hombre que ha pasado de ser abogado laboralista a un sesentón aburguesado, colaborador de grandes empresas, con varios sueldos, codeandose con lo mejorcito del “hite” y que no tiene la poca vergüenza de ocupar su escaño.
A Zapatero le tocó una época muy mala, crisis política, económica y en mi opinión lo pilló muy verde y poco preparado. Hace mucho también tener buenos colaboradores, consejeros... pero no se supo rodear de las personas adecuadas.
Aquí todo el mundo ha chupado lo que ha podido y ahora que las pintan calvas, todos a correr. Eso sí, con sus sueldazos vitalicios de vergüenza.
RIP por el Partido Socialista, pero sin él, ¿qué otras opciones nos quedan a aquellos que tenemos ideas progresistas, opciones reales, opciones con futuro...? Nada veo en el horizonte.
Desde Vinaròs, una rosa roja.
ResponderEliminarAranya