El teléfono dio tres
tonos y una voz al otro lado del teléfono dijo:
-¡Vaya Uno! has tardado
mucho en llamar.
-¿B1?
-No, soy B5, estoy a
cargo de las llamadas. Estamos reunidos. B1 no puede ponerse en este momento.
-Que soy yo, Uno, no me
puede negar el ponerse al teléfono, es un asunto de extrema gravedad- dijo el
presidente visiblemente consternado.
-No te lo tomes como un
desprecio a tu persona o a tu cargo Uno, como bien dices es una situación
alarmante y de extrema gravedad, es normal que estemos reunidos, hay muchas
cosas que decidir.
-¿De qué se está
hablando en la reunión?- preguntó Uno.
-Estamos decidiendo qué
vamos hacer, tenemos que pensar en nuestros intereses y tratar de proteger lo
nuestro- contestó B5.
- No entiendo el alcance
de tus palabras. ¿Protección?¿Intereses propios? Todo eso está muy bien, pero
en este momento hemos de hacer piña, hacernos fuertes frente a la rebeldía y
hacer comprender a quiénes sean esos que éste no es el camino, que dependen de
nosotros.
-Pura retórica Uno. El
pueblo se ha rebelado contra el sistema. Es un movimiento de una magnitud
enorme. ¿Cómo han logrado paralizar el país? ¿Cómo han hecho para que tantos
colectivos diferentes se pongan de acuerdo para llegar a una situación así?
Estás perdido Uno, tú y el resto de políticos, pero nosotros aún podemos
salvarnos.
-¿Salvaros?
-Sí, se está proponiendo
salir del país, bloquear los activos y rescatarlos desde el extranjero.
-¿Y dejaréis aquí a
vuestras familias?¿Cómo vais a salir?¡No podéis abandonar el barco! ¡Queréis
dejar el país sin capital! ¡Soy unos traidores! ¿Y nuestros acuerdos? Somos
nosotros los que os hemos favorecido, los que os hemos dado permisos, los he
recuperamos vuestro dinero, tenéis una
deuda con nosotros y con esta tierra.
-No me vengas con
patriotismos Uno, aquí cada uno ha barrido para casa y vosotros los primeros.
En situaciones como ésta hay que salvar el culo. ¿Cuánto crees que tardará en
intervenir el país la Unión Europea? Eres un iluso. Haz las maletas Uno, es el
mejor consejo que puedo darte. Te dejo, es cuestión de minutos que lleguemos a
un acuerdo sobre cómo lo vamos a hacer. ¡Qué tengas suerte!
Uno oyó el sonido de la
desconexión en el auricular. Estaba paralizado, atónito. Sentía como latía
fuertemente su corazón, sentía que se ahogaba. ¿Sería que le estaba dando un
infarto? No, no podía ser.
No sabe cuantos minutos
ha permanecido así, como en estado catatónico con el teléfono móvil en la mano.
Le despierta de su estado el sonido de otra llamada.
-Hola Uno-dice una voz
que habla en español pero con fuerte acento inglés. Veo que no has podido
solucionar tu problema. He de admitir que por un momento pensé que lograrías
hacerte cargo.
-Eh, ¿estoy hablando
con…?-no llega a terminar la frase.
-¡Uno, me decepcionas!
No reconoces al presidente de Estado Unidos. Te lo he puesto fácil, te hablo en
español, no necesitas intérprete.
-Lo siento SuperUno, mi
cabeza no está en condiciones, lo que está pasando, no sé. Veo que ustedes
también saben, claro, cómo no. En fin…
-Uno, nosotros lo
sabíamos antes de que pasara. No se puede ocultar una cosa así. Sabes, esa
manía vuestra de sentir constantemente vuestros derechos vulnerados si el
estado interviene en la vida de los ciudadanos os ha llevado a cometer grandes
errores y a no poder evitar situaciones como ésta. En todos los países
democráticos se vela por la seguridad del país y eso incluye el espionaje
selectivo; nadie se asusta en París si el ejército se pasea por la torre
Eiffel, es un punto de mira de terroristas, los franceses lo saben y se sienten
más seguros. La policía actúa con contundencia ante los disturbios y conflictos
en todos los países occidentales, pero vosotros lo llamáis ataques, represión,
barbarie.
-Bueno, creo que eso es
debido a nuestra historia, son consecuencias de haber vivido sometidos a la
dictadura. Nuestra Constitución quiso proteger al pueblo de los desmanes.
-¡Ay Uno! Estos sistemas
tan proteccionistas acaban protegiendo a los malos y poniendo en dificultades a
los buenos. Pero no te llamo por eso. Veamos, dadas las horas que han pasado
desde el inicio de este, ¿cómo llamarlo? ¿acontecimiento?¿sublevación? en fin,
dado que no has sido capaz de dominarlo y de restablecer el orden, te anuncio
que vamos a intervenir el país.
-¿Cómo? ¿Qué significa
intervenir el país? ¿Nos van a ocupar con su ejercito estilo Irak?¿Sabe la
Unión Europea lo que ustedes pretenden hacer?
-Uno, de verdad, parece
mentira que te tenga que explicar cómo funcionan las cosas. Francamente, no me
extraña que te hayan quitado el mando. La Unión Europea está al tanto de todo,
ha sido una decisión conjunta. Será la OTAN la que se haga cargo de esto, para
eso pertenecemos a la Alianza, para evitar este tipo de conflictos internos y
otros que puedan llegar desde el exterior.
-¿Y qué pasará
entonces?¿Pondrán un presidente marioneta?¿Juzgarán al pueblo por la
sublevación?
-Nada de eso Uno. Se os
quitará de en medio, se restablecerá el orden porque vamos a ofrecernos a escuchar
al pueblo, a atender sus peticiones y a ayudarlos a que se hagan realidad
aquellas que son buenas para todos, para el conjunto de países civilizados.
-No puedo creer lo que
estoy oyendo.
-Uno, ahora sólo te
queda creer en Dios. Haz las maletas como te ha dicho B5, pero no para irte del
país, sino para mudarte a tu casa, debes dejar la casa presidencial. Todo ha
acabado ya.
-¿También han escuchado
mi conversación con B5?
-Uno, deja ya de hacer
preguntas estúpidas.
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