sábado, 1 de febrero de 2014

PARA TODA LA VIDA...

La semana pasada Julia Otero publicaba en el Periódico un artículo titulado ¿Y la dignidad?, el cual les recomiendo, en el cual se ponía las manos en la cabeza al ver como mujeres válidas, inteligentes e independientes económicamente eran fruto de la infidelidad y a pesar de eso permanecían al lado de sus parejas o tardaban tiempo en considerar la separación. 
Esta semana publicaba la escritora Rosa Montero en su columna de El País otro artículo titulado ¿Y el amor? -algo flojito comparado con lo que suele escribir-.
El origen de ambos artículos eran las aventuras del presidente francés Hollande y de otros personajes de renombre que también levantaron escándalo.
Montero  se preguntaba cómo un tipo tan poco agraciado era capaz de levantar pasiones y dejar de lado a una mujer inteligente y culta como la desgraciada Valérie. La periodista atribuye a la erótica del poder esas conquistas.
Más sorprendentes me parecieron las declaraciones de la propia afectada en las que aseguraba que la culpa de todo la tenía la política ya que por su dedicación deja poco tiempo para la pareja. 
¡Coño! Y no pido perdón por la expresión, sería para la que tenía con ella porque para la "otra" sí tenía tiempo.
Ahora que entramos en febrero y estoy recibiendo en uno de mis correos destinados a tal fin ofertas de viajes, restaurantes, etc, todas con motivo del día de San Valentín, se me vuelven a remover las tripas.
Primero me declaro anti San Valentín. Es descaradamente una festividad comercial destinada a sacarle el dinero a la gente en nombre de un mal llamado amor. 
Segundo, que el amor se demuestra cada día, con hechos, y sí quieres detalles cualquier excusa es buena para tenerlos con tu pareja sea 14 de febrero o 25 de marzo, cumpleaños o Navidad.
Tercero, y aquí sí que me van a perdonar porque puede que dañe algunas almas sensibles, yo soy una desengañada del amor. Por mi experiencia puedo decir, como aquel, que la pasión dura tres meses y el amor ya no es para toda la vida. Tal vez es, como me dijo un día mi ex (que duro llamarlo así) que ahora vivimos muchos más años y las relaciones no están hechas para aguantar tanto tiempo. Sí, pienso yo, sobre todo sí no se las mima y vence la unilateralidad y el egoísmo.
Con respecto a los mencionados artículos le diría a la señora Otero por una parte, que somos muchas las mujeres que estamos al lado de un hombre que seguramente no nos conviene, que todos lo ven menos nosotras. Mujeres maltratadas, que no es mi caso afortunadamente, que nadie entiende porqué permanecen al lado de sus maltratadores teniendo independencia económica, por ejemplo. Mujeres que simplemente tienen una dependencia emocional tan grande que sólo pensar en separarse les cuesta la vida. Porque la inteligencia no está reñida con la memez emocional. Así es como me explico el caso de Valérie o el de amigas mías y hasta de mí misma.
A Rosa Montero le diría que para triunfar en el amor no hace falta ser un Adonis. Que el poder y la popularidad convierten al más pintado en objeto de deseo lo podemos comprobar no sólo entre los políticos, sino en el mundo de la farándula. En mi vida podría imaginarme tener un rollo con alguno de los Rollings sin vomitar, y míralos.
Que hace mucho que no creo en la fidelidad masculina y que cada vez ésta se está dando también en las mujeres. Se da tanto que hasta parece que se "normaliza"'y forma parte del recorrido de una relación sin tener por ello que llegar a la ruptura.
Para mí es intolerable. La traición rompe la confianza en el otro para siempre y con frecuencia hasta la que tienes en ti mismo y en tu capacidad de atracción y de ser amado y respetado con correspondencia.

Nada es fácil en las relaciones amorosas pero cuando una pareja está dispuesta a asumir responsabilidades, compromisos, a ponerle ganas e ilusión, todo es posible. O no.

4 comentarios:

  1. Eres buenísima Pilar!! me has hecho soltar una carcajada con lo de los Rolling !!:))

    Estoy de acuerdo con todo lo que dices. La inteligencia no tiene nada que ver con otros muchos factores a la hora de tomar decisiones que no solo afectan a dos…
    Que el amor depende de cómo se eneinda. Una cosa es el enamoramiento (eniéndase época de chocheo-tonteo) otra la del cariño y, para mi entender, otra mucho mñas difícil de alcanzar la del amor porpiamente dicho que incluye la aceptación del otro como es (qué difícil es eso cuando ni siquiera nos aceptamos a nosotros mismos muchas veces ¿verdad?)
    Y lo último, pues es verdad que en un primer moemnto miramos el físico, pero lo que nos enamora (de verdad) es la personalidad (y a otr@s el bolsillo). Así que la conclusión es que la palabra amor depende de quién la use y cómo la use.

    un besazo guapa!

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  2. Menudo tema Pilar, una eterna cuestión. Uno ya tiene "una cierta edad" y, naturalmente" (parece que es así), algún naufragio en estas singladuras; pero me gusta tu artículo, te expresas con mucha franqueza.
    Cuando surgen estas cuestiones, invariablemente, me aparece el recuerdo de una frase que le oí muchas veces a mi abuela materna: "El que acierta en casar, ya no le queda en qué acertar". Tardé muchos años (demasiados) en entenderla, tanto, que a veces hasta he pensado que si las relaciones personales (incluso con amigos) se limitasen a ser semejantes a la de una honesta relación comercial, la sociedad ya daría un avance importante. Sé que suena muy feo, pero podría ser un mal transitorio y siempre mejor que las primitivas relaciones de poder (también muy practicadas por mujeres) tan terriblemente extendidas.
    Buena noche y saludos.

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