martes, 31 de enero de 2012

DE LA JUSTICIA Y OTROS SINSABORES

Por Platón sabemos que a su maestro, el viejo Sócrates, lo condenaron a muerte durante el periodo democrático en Atenas. Sócrates era un gran filósofo, aquél que dijo "Sólo sé que no sé nada" para mostrar al mundo que el que sabe no necesita anunciarlo y que todo sabio está dispuesto a aprender algo nuevo cada día. Pues bien, como digo, Sócrates fue condenado a muerte principalmente por sus enemigos, los cuales temían que se metiera en política y les quitara el puesto. Fue acusado de tres delitos que no eran tales y que por supuesto, aunque lo hubieran sido,  no merecían la pena capital. 
Sus alumnos y amigos cuando acudieron a su celda para despedirse, le propusieron fugarse, cosa a la cual el filósofo se negó: No puedo ir en contra de lo que siempre he predicado, el respeto a las leyes. Si salvo la vida me traiciono a mí mismo. Pero maestro, alegaron, es que se te han condenado injustamente, las leyes han sido injustas contigo. Os equivocáis,  contestó Sócrates, pues no son injustas las leyes, sino los hombres que las manejan.
Aparte de esta pequeña aportación sobre la vida de Sócrates, si queréis saber más de él leed a Platón, su discípulo, lo que me trae recordar sus palabras es esa observación tan sabia: las leyes no son ni justas ni injustas, son justos o injustos los hombres que las interpretan, los que legislan, los que las aplican. 
Así pues, lo primero que deberíamos hacer es tener unas buenas leyes, unas leyes consensuadas de acuerdo con los tiempos que vivimos y que respondan a una realidad social y a aquello que el pueblo reclama, porque al fin y al cabo, somos nosotros los que determinamos qué es lo bueno y qué es lo malo.
En segundo lugar, deberíamos tener unos buenos jueces, unos buenos abogados y unos buenos fiscales. Usar la ley como procede y no según conviene.
Creo que a pesar de que ya hace años que los jurados populares funcionan, no estamos preparados en absoluto para serlo y que sólo llegaremos a estarlo si desde pequeños se nos hace conocer la ley y el valor de ésta, así como el respeto a las normas y su indiscutible cumplimiento. 
Intentar que eso funcione en España es tarea ardua, cuando hacemos un guiño al niño cuando cruzamos en rojo los semáforos "vamos que no viene nadie", cuando vamos a más velocidad, cuando decimos "rojo parar, verde pasar y naranja acelerar." Y la que más me gusta: "Las leyes están para saltárselas". No señor, las leyes están para cumplirlas, porque si las hemos hecho es porque consideramos que las cosas deben ser así.
Los valencianos hemos acudido estupefactos a la sentencia que exime de culpa alguna al señor Camps, expresidente de la Comunidad Valenciana. A mí me da que a la hora de tomar una decisión, más que fijarse en sí este señor se había saltado las leyes a la torera y se había beneficiado de su cargo, en el fuero interno de cada uno de los miembros del jurado y otros muchos ciudadanos que no estaban en la sala, el rasero para juzgarlo ha sido: "Pero si eso lo hacen todos, todos los políticos reciben regalos.""Si yo estuviera en su lugar hubiera hecho lo mismo" y otras frases parecidas. 
Esa forma de pensar es la que nos ha llevado y nos llevará a levantar la mano ante cualquier tipo de pillaje. Admiramos al Dioni que tuvo "un par", nos reimos con las hazañas de otros mindundis que logran saltarse lo establecido. Si tenemos por modelo a los mangantes, ¿qué clase de dirigentes pondremos en el poder?
Se nos ha explicado que la figura de la justicia lleva los ojos vendados para no hacer distinciones y que todos sean igual ante la ley y la balanza para que todo juicio sea justo. A la justicia española se le ha quedado adherida la venda en los ojos y no es que no haga distinciones, es que no ve, y a su balanza se la ha manipulado para engañar a la diosa, que ahora sí, ciega, no ve que no hay la misma cantidad en un plato que en el otro. ¿Habrá algún alma capaz de remediarlo?

viernes, 20 de enero de 2012

SOPA DE MEGAUPLOAD

Ríos de letras corrieron ayer en Facebook cuando nos enteramos que habían cerrado Megaupload. Por lo menos aquí en España era la página más utilizada para descargas ya que era también el enlace más presente en seriesyonkis. Videos que explicaban en qué consiste la ley SOPA, lamentaciones varias, insultos, llamadas a la movilización...
Yo lo usaba, para que voy a mentir, y con frecuencia. Pagaba una cuota trimestral por poder acceder sin límite -da mucho coraje que cuando estás a punto de terminar de ver algo se acabe el tiempo- a las series o las películas que no había podido ver. No me considero por ello una pirata, una ladrona o una criminal. Yo no ganaba dinero con ello, al revés, pagaba por ese servicio, por el placer de ver una serie sin anuncios, una película en mi casa, tranquilamente. No me he dedicado a hacer copias masivas y vendérselas a los colegas, vecinos o cualquier postor. Así que me han fastidiado. 
Hay otras páginas, sí, pero me temo que tarde o temprano también acabarán cerrándose. Esto va en serio.
Ahora que ni en la telévisión de pago puedes ver algo sin anuncios, esta era la mejor opción.
Lo que más rabia me da con todo esto es que se nos acusa a los usuarios de hundir a los artistas. Una serie, una película requiere una gran inversión. Muchas familias dependen de esa industria. De acuerdo, pero aquí los que están protestando y exigiendo leyes son los productores, los que ganan la pasta. Las películas son costosas no sólo por la inversión en efectos especiales, vestuario, etc,  sino por los sueldazos de las estrellas, y me refiero claro a los actores de Hollywood, que supongo que no están dispuesto a bajarse el sueldo para que el ir al cine resulte más asequible, ¿verdad?
Este tipo de descargas hace que los negocios de los productores mermen porque la gente se ahorra comprarse un pack de su serie favorita o el dvd de una película. 
Yo sigo yendo al cine porque es diferente, muy diferente ver una película en el cine que en la tele de tu casa. ¿Tendrían que denunciar también a los fabricantes de televisiones por hacerlas en imagen no sé qué y 3D y sonido envolvente o los proyectores para que cada vez tu salón se parezca más a una sala de cine?
Creo que lo que deberían de hacer los de la industria del cine, la televisiva o la musical es adaptarse a los nuevos tiempos. Utilizar internet bien, con todas sus posibilidades. Usarla como un medio para difundir. 
Hay muchísimas películas españolas que ahí tendrían el tirón que no logran en taquilla, películas que vale la pena ver. Hay músicos que conseguirían llegar a mucha gente e interesar. Hay que sacarle partido al medio no crear medidas que lleven a la limitación de contenidos compartidos. 
Hay que ir a por los que hacen negocios sucios con ello, pero no con el que los usa "sanamente". 
Fíjense si no en los ebooks. Yo me creía que eran otras cosa, algo físico, una tarjeta en una cajita que tu comprabas y después ponías en tu lector. ¡Pero no, es una descarga! le reconozco sus ventajas, pero de momento me quedo con el papel, me llena más. Además, que no se crean que los han puesto baratos, que hay ebboks de 15 y 16€ (relación descarga-libro lo encuentro exagerado).
En fin, que se han hecho una SOPA con el MEGAUPLOAD, que la gente utilizará otras páginas mientras las haya y que otras aplicaciones que se pueden ver afectadas por esta nueva escabechina son páginas como youtube en las que la gente cuelga cosas propias y las comparte, hay trozos de documentales que resultan muy ilustrativos  y educativos. 
A ver si no se les va la mano.

lunes, 16 de enero de 2012

SHERLOCK ATACA DE NUEVO

Este fin de semana me he dado el gusto de ir al cine. La película elegida ha sido Sherlock Hommes 2. Me lo he pasado bien. Me he reído, ha sido divertida, pero... La primera me gustó más. Sí, definitivamente. En la primera película se nos presentaba un Sherlock muy diferente al que estábamos acostumbrados, un hombre mayor, de flema inglesa, inteligentísimo, maniático, asocial y con uniforme -recordar la capa de cuadritos,  el sombrero y la pipa-. A su lado, un hombre también mayor, gordito, con bigote, un tanto despistado, de poco protagonismo y que servía prácticamente para, en un momento dado y sin intención, darle al detective la pieza que le faltaba para completar el puzzle que llevaba haciendo en su cabeza desde el principio.
Este nuevo Sherlock, mucho más joven, divertido, peleón, desaliñado, excéntrico pero igualmente inteligente, está acompañado por un también nuevo Watson, joven, atractivo, bien vestido, abierto al amor y con mucho más protagonismo que antes, está, casi a la par que el Sr. Holmes. 
En esta nueva entrega siguen sus aventuras, pero es que son eso, aventuras. Tenemos un Holmes muy Indiana, demasiado. Sobran, a mi parecer, efectos especiales, peleas continuas, un humor que tiene como base dejar al protagonista en ridículo con sus calzones miméticos y su cabalgar en poni. Le han quitado su elegancia, su porte, se ha vuelto mortal, inteligente pero mortal, aunque al final quieran devolverle su inmortalidad. 
Gana Watson, que ya no es Watson y que pasa por encima de su colega y amigo con más gracia.
Mucho me sorprendió, sin embargo, la serie televisiva Sherlock. Pensé que iba a ser una metedura de pata. Tanto Sherlock. Un Sherlock de antes en la actualidad. No sé. Tampoco me atraía el actor protagonista, con más pinta de niño arisco, maniático y pretencioso. Pero me encantó. Y puede que muchos no estén de acuerdo conmigo, pero si aún no la han visto háganlo, vale la pena. Porque en ella Holmes sigue siendo Holmes y Watson sigue siendo el valiente militar a la sombra de la inteligencia de un hombre que sólo puede tenerle a él como amigo. 

viernes, 13 de enero de 2012

NO ME SALEN LAS CUENTAS

No soy ninguna experta en finanzas. Por lo tanto vaya de antemano mis disculpas si algún economista aficionado o profesional cayera por casualidad en este blog. Llevo las cuentas de mi casa lo mejor que puedo y, de momento, voy saliendo adelante. Podría caer el el chiste fácil de "soy una mujer de letras" -es cierto, latín y griego- pero me refiero a la letra del coche, la letra de la casa...Pero he observado que muchas de mis mayores tampoco han tenido estudios y han sacado su casa adelante, una casa donde el marido trabajaba y ella administraba. 
Pues bien, retomemos el tema principal. Aunque no soy experta en grandes finanzas, no me salen las cuentas con que nos quieren hacer comulgar los políticos. ¡Lo importante es recaudar, recaudar!¡Hay que llenar al agujero que los otros nos han dejado para podernos poner otra vez en los primeros puestos de Europa. ¡Europa! ¡Pero si Europa son dos: Francia y Alemania! El resto vamos a rastras, a duras penas.
Vale, recaudamos; para recaudar tenemos que subir los impuestos porque sino ya me dirán. Por eso no bajamos los sueldos de los funcionarios pero los congelamos, claro que antes de congelarlos les subimos el IRPF al 19% con lo cual no los congelan sino que los bajan porque esa retención ronda la media de 190€. Subir 1% las pensiones. A los que las tienen altas, pues como aquel, pero a las más bajas es dejarlos sin llenar a fin de mes, porque si antes no llegaban, ahora menos porque una pensión de 350€ tendrá un gran incrementos de 3'5€ (3'8 barras de pan al mes). 
Si a todos les suben los impuestos, los alimentos y todas las demás cosas también subirán, con lo cual cobro menos pero tengo que gastar más para comer lo mismo;  pues compraré menos y de más baja calidad. ¡Vivan las marcas blancas! Esas que tanto se empeñan las otras en convencernos que no son buenas. Pues hay de todo, oiga. Me quito todos los caprichos porque puedo vivir perfectamente sin el cafelito, sin salir los sábados a cenar o a tomar algo. Me quedo en casa a ver una peli... Eso hace que los bares y restaurantes tengan menos clientela -lo que hará que compren menos a sus proveedores-, los comercios pequeños poco competitivos se vean tragados por las grandes superficies y sus superofertas 2x1 -ojito a eso-los cines se vacíen o sólo se llenen de adolescentes a ver películas "chorras", porque si te vas al cine el matrimonio con los dos niños, por lo menos aquí nos cuesta 32€. Del teatro ni hablamos porque una entrada normal te cuesta 25€, y yo por lo menos me voy con mi marido lo que ya son 50€, nada, fuera, por mucho que me guste.
O sea que si subimos los impuestos el estado recauda pero las tiendas se cierran porque no pueden mantener sus negocios. El españolito de a pie baja de su nube y se deja de viajecitos y de cosas superfluas porque su hipoteca, aquella que contrató cuando le era favorable, ahora no la puede pagar.
Se eliminan los interinos sobrantes o se les bajan las horas. No se cubren las bajas por jubilación ni se amplian los contratos que terminan, habrá menos funcionarios en sanidad y enseñanza, ¿eso no es perder puestos de trabajo y mandar más gente al paro o en su caso no generarlos?
Lo que les digo, que no me cuadran las cuentas.